Siempre que imparto clases de español intento dar a conocer no solo nuestra lengua sino también nuestra cultura. Me gusta hablar de nuestas costumbres, nuestra música, nuestras ciudades, nuestros escritores y, como no, de nuestros tesoros. Uno de ellos : «qa'lat al-Hamra'»o Castillo Rojo.
La historia de la Alhambra está relacionada con el lugar geográfico donde se encuentra, Granada; sobre una colina rocosa de difícil acceso, en los márgenes del río Darro, protegida por las montañas y rodeada de bosque, entre los barrios más antiguos de la ciudad, la Alhambra se levanta como un castillo imponente de tonos rojizos en sus murallas que ocultan al exterior la belleza delicada de su interior.
Concebida como zona militar al principio, la Alhambra pasa a ser residencia real y de la corte de Granada, a mediados del s XIII, tras el establecimiento del reino nazarí y la construcción del primer palacio, por el rey fundador Mohammed ibn Yusuf ben Nasr.
A lo largo de los s. XIII, XIV y XV, la fortaleza se convierte en una ciudadela de altas murallas y torres defensivas, que alberga dos zonas principales: la zona militar o Alcazaba, cuartel de la guardia real, y la medina o ciudad palatina, donde se encuentran los célebres Palacios Nazaríes y los restos de las casas de nobles y plebeyos que habitaron allí. El Palacio de Carlos V, (que se construye después de la toma de la ciudad en 1492 por los Reyes Católicos), también está en la medina.
El conjunto monumental cuenta también con un palacio independiente frente a la Alhambra, rodeado de huertas y jardines, que fue solaz de los reyes granadinos, el Generalife.
A partir de la toma de Granada por los Reyes Católicos y hasta nuestros días se han realizado numerosas restauraciones, pero quizás las mayores obras las realizó Carlos V, que añadió varias habitaciones a la Alhambra mientras se construía el palacio que lleva su nombre. Sin embargo, la Alhambra siempre ha mantenido su naturaleza de palacio musulmán.
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