Sembrador de LUZ. Le conocí gracias a la Fundación Cristino de Vera y tuve la suerte de ver su obra en la Laguna.
Nacido en el seno de una familia humilde en un barrio obrero del Puerto de la Luz, se adentró en el arte como aprendiz en la Escuela Luján Pérez.
Oramas fue un pintor de breve existencia y amplia producción, dotado de una extraordinaria pureza espiritual, luz y belleza. Su vida estuvo marcada por la tragedia; sufrió la pérdida de su madre cuando apenas contaba un año de edad y, posteriormente, padeció su propio dolor y muerte a consecuencia de la tuberculosis.
Recogió los limpios cielos azules de Canarias, los riscos, los bancales, conquistó el espacio, descubrió los grados de secuenciación del color y tiñó de una atmósfera especial el horizonte insular.