No es una frase mía, la robé de un libro japonés, de mi primera novela japonesa. Llevo años intentando escribir, más bien toda una vida. Siempre me he dicho a mi misma que un día escribiría un libro y aquí estoy aunque lo único que tengo claro es el título y la dedicatoria.
El libro te lo dedico a ti porque soy cobarde y no tengo valor para decirte en persona todo lo que guardo dentro así que lee bien entre líneas porque solo tú podrás descifrar el código oculto. Ya sabes lo mucho que me gusta la pragmática.
Ahora me queda empezar y luchar con ese tópico del papel en blanco, el miedo, el pánico… yo no tengo miedo a escribir, sólo tengo miedo a vivir. Me he pasado la vida viviendo una vida que no es la mía, contentando a los demás, fingiendo reír pero, por dentro, soy un mar de lágrimas. Por eso me gusta nadar, el agua es mi elemento. He llorado tanto que sólo me siento bien en el agua, allí puedo flotar, ser libre.
¿Qué es la libertad? Quizás libertad es esto, levantarte cada día, abrir la ventana, ver el mar y decidir si quiero volver a la cama. Entonces yo no soy libre, no trabajar es un lujo que no me puedo permitir, estoy pagando las deudas de mi vida anterior pero eso es otra historia, la ventana se abre para mirar el cielo no para mirar atrás, ya no miro atrás, ya no volveré a mirar atrás. Sólo necesito valor para no quedarme quieta y dar un paso hacia delante. A veces me siento como un personaje de Virginia Woolf. ¿Te he dicho ya que me gusta leer? Bueno, como buen pragmático lo habrás deducido desde la primera línea, he empezado hablando de la primera novela de autor japonés que jamás he leído.
Sin embargo, hoy no sé si quiero volar, estoy triste de nuevo. El cielo está gris, todo me afecta, hasta el color del cielo. ¿Cómo lo haces? ¿Cómo puedes permanecer al margen de todo lo que te rodea? O quizás no, quizás en tu interior nada es como parece. ¿Sabes? Estoy harta de darlo todo por los demás. Por una vez me gustaría no ser la heroína, no soy de hierro, soy humana. Necesito quitarme la armadura, me está hiriendo la piel.
Mira hacia delante y haz lo que siempre te apetezca... Piensa en tí
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